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Pagar a plazos es cada vez más habitual tanto en establecimientos comerciales como en compras online
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Es muy tentador pero peligroso, ya que puede fomentar la compra compulsiva y llevarnos al sobreendeudamiento
Muchas personas recurren al pago aplazado para financiar vacaciones o afrontar los gastos de la vuelta al cole, pero ¿realmente sabemos en qué consiste esta forma de pago y qué consecuencias puede tener?
Con el verano llegando a su fin, son muchas las familias que han optado por financiar sus vacaciones a través del pago aplazado. A esto se suma ahora el inicio del curso escolar, con un importante desembolso en libros, uniformes y material. Para afrontarlo, cada vez son más personas las que recurren a sistemas de financiación como el pago a plazos o el “compra ahora, paga después”.
¿Qué es el pago aplazado?
El pago aplazado permite adquirir un bien o servicio y pagarlo en cuotas periódicas (normalmente mensuales), en lugar de hacer el desembolso completo en el momento de la compra. Esta modalidad está disponible tanto en tiendas físicas como en plataformas online, y puede ofrecerse a través de tarjetas de crédito, servicios financieros externos o directamente por el establecimiento.
Ventajas del pago a plazos
- Acceso inmediato a bienes o servicios sin necesidad de disponer del dinero completo en el momento.
- Facilita la planificación financiera, especialmente en épocas con gastos concentrados como la vuelta al cole.
- Promociones sin intereses en algunos casos, si se cumplen ciertos plazos y
- Aumenta la capacidad de compra, aunque esto puede ser un arma de doble
Inconvenientes y riesgos
- Costes ocultos o intereses elevados si no se leen bien las condiciones o si se retrasa algún pago.
- Sensación de falsa liquidez, que puede llevar a gastar más de lo que realmente se puede asumir.
- Riesgo de sobreendeudamiento, especialmente si se combinan varios pagos aplazados a la vez.
- Comisiones por impago e intereses de demora, que pueden elevar de forma importante el coste total del crédito recibido y dañar nuestro historial crediticio.
Casos comunes: vacaciones y vuelta al cole
Muchas familias deciden financiar las vacaciones de verano, lo que puede suponer empezar el curso ya con deudas. A esto se suma el gasto escolar, que puede superar fácilmente los 400 o 500 euros por hijo/a. En estos casos, el pago aplazado puede aliviar el momento, pero a costa de arrastrar pagos durante varios meses, justo cuando surgen nuevos gastos.
Recomendaciones de UCARAGÓN
- Leer detenidamente las condiciones antes de aceptar cualquier financiación.
- Evitar financiar productos de consumo inmediato (como vacaciones) si no se tiene garantía de poder asumir las cuotas.
- Comparar entre distintas formas de financiación, ya que las condiciones pueden variar mucho.
- Evitar acumular varios pagos aplazados a la vez.
- Incluir los pagos en el presupuesto mensual para no comprometer la economía.