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Con la llegada de las altas temperaturas, el riesgo de intoxicaciones alimentarias se incrementa de forma notable.
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Si se ha comprado un alimento en mal estado o se ha llegado a sufrir una intoxicación alimentaria, desde UCARAGÓN animamos a presentar la denuncia y reclamación correspondientes para compensar los daños sufridos.
Durante los meses de verano, debido a las altas temperaturas que padecemos, se incrementa enormemente el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias. Desde UCARAGÓN alertamos de que la incorrecta manipulación de los alimentos, la escasa refrigeración y consumir productos en mal estado son las principales causas de estas intoxicaciones.
Las intoxicaciones más frecuentes en esta época están provocadas por bacterias como Samonella, Escherichia coli y Listeria monocytogenes. Estos microorganismos se multiplican con rapidez cuando los alimentos permanecen a temperatura ambiente, especialmente en comidas al aire libre, barbacoas o picnics.
Principales factores de riesgo en verano:
- Ruptura de la cadena de frío en el transporte o almacenamiento.
- Cocción insuficiente de carnes, pescados o huevos.
- Contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocinados.
- Consumo de productos caducados o mal conservados.
Recomendaciones para prevenir intoxicaciones:
1. Mantener los alimentos refrigerados a menos de 5ºC hasta el momento de su consumo.
2. Cocinar completamente carnes, pescados y huevos, y consumirlos de inmediato.
3. Evitar que los alimentos cocinados entren en contacto con los crudos.
4. Lavarse las manos antes y después de manipular alimentos.
5. Usar neveras portátiles con acumuladores de frío para comidas al aire libre.
6. Prestar atención a la fecha de caducidad y aspecto de alimentos.
En verano, un simple descuido en la conservación o manipulación de los alimentos puede provocar una intoxicación.
La prevención es la herramienta más eficaz para proteger la salud.
¿Podemos reclamar si hemos comprado un alimento en mal estado o hemos llegado a sufrir una intoxicación alimentaria?
Cuando se adquiere o consume un alimento en mal estado, caducado o con deficiencias, existe la posibilidad de reclamar, incluso si esto ha provocado una intoxicación alimentaria.
Si no se ha consumido el alimento, lo ideal es acudir al establecimiento con el ticket y el producto para solicitar el cambio o reembolso. También puede presentarse una hoja de reclamaciones para alertar a las autoridades sanitarias.
En caso de intoxicación tras el consumo, tanto si se ha producido en el domicilio como si ha sido en un establecimiento (restaurante, hotel…), se recomienda conservar el ticket de compra y cualquier informe médico para emprender la posterior reclamación.
Existen varias vías para reclamar:
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Administrativa: dirigida a las autoridades sanitarias para que inspeccionen el lugar y, si procede, impongan sanciones. Esta vía no permite reclamar indemnización económica para la persona afectada.
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Penal: en casos graves, podría tratarse de un delito contra la salud pública. Se puede obtener condena y compensación por daños.
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Civil: permite reclamar indemnización por daños y perjuicios, siempre que se demuestre negligencia, daño y relación causal.
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Contractual: si se trata de una relación de prestación de servicios, también puede basarse la reclamación en el incumplimiento del contrato.
En todos los casos, contar con pruebas (ticket, informe médico, testigos) es fundamental para respaldar la reclamación. Además, muchas veces los seguros ofrecen cobertura para este tipo de situaciones, gestionando la reclamación y la indemnización correspondiente.