-
Estamos en contra de la reducción del servicio de autobuses urbanos durante los meses de verano.
-
El transporte público no es un negocio: es un servicio público.
Desde UCARAGÓN, manifestamos nuestro rechazo a la reducción del servicio de autobuses urbanos en Zaragoza durante los meses de verano. Una vez más, los recortes en frecuencias y vehículos dejan a muchos ciudadanos en una situación de desamparo, obligados a esperar más tiempo, a viajar en autobuses llenos, o incluso a perder conexiones y oportunidades laborales por la falta de un transporte urbano eficaz.
Queremos recordar que el transporte público no es un negocio: es un servicio público. Y como tal, su objetivo no debe ser obtener beneficios económicos ni autofinanciarse a toda costa, sino garantizar el derecho a la movilidad de toda la ciudadanía, sin discriminaciones ni recortes estacionales. Las decisiones sobre su funcionamiento no pueden regirse por criterios estrictamente contables o de rentabilidad: la movilidad urbana es una cuestión de justicia social, de sostenibilidad y de calidad de vida.
Nos parece inaceptable que se justifique esta reducción con el argumento de una «baja demanda en verano». No disponemos de ningún estudio riguroso, independiente y actualizado que lo respalde. ¿Dónde están los datos que justifican estos recortes? La realidad es que muchas personas continúan trabajando, estudiando o realizando otras actividades cotidianas durante julio y agosto. A esto hay que sumar que Zaragoza recibe visitantes, turistas y personas de otras localidades que también hacen uso del transporte urbano, lo cual debería reforzar, no reducir, el servicio.
Recortar líneas y frecuencias en verano es una decisión arbitraria, que castiga a quienes más dependen del transporte público: trabajadores, personas mayores, jóvenes, familias sin coche, y ciudadanos comprometidos con una movilidad sostenible. Una ciudad que presume de modernidad y sostenibilidad no puede permitirse un transporte público a medio gas durante dos meses.
Exigimos al Ayuntamiento de Zaragoza y a la empresa concesionaria del servicio de autobuses urbanos que actúen con responsabilidad y garanticen un transporte público accesible, suficiente y regular también durante los meses estivales. No queremos excusas ni recortes: queremos un sistema de transporte digno de una ciudad que aspira a ser inclusiva, verde y justa.
Porque el transporte público no puede funcionar como una empresa privada que ajusta su oferta según sus márgenes de ganancia. Debe funcionar como lo que es: una herramienta de cohesión social, de acceso a derechos y de construcción de ciudad.
Por un transporte público que sirva a las personas, no a los balances económicos. Por un verano con movilidad garantizada para todos.