- UCARAGÓN ha dado hoy una rueda de prensa en la que ha realizado una serie de reivindicaciones que deberían ser tratadas en el Debate sobre el Estado de la Ciudad los días 15 y 16 de julio.
- El aumento desproporcionado del recibo del agua y basuras y la falta de calidad en el transporte público son las dos cuestiones sobre las que se centran nuestras reivindicaciones dentro de este debate.
Agua y basuras: precios abusivos sin transparencia ni incentivos medioambientales.
Entre 2023 y 2025, las familias zaragozanas han soportado un incremento cercano al 30% en sus recibos de agua y basuras, mientras que el IPC solo subió el 6,4%. Este aumento no solo es desproporcionado, sino que, además, carece de una justificación económica clara y transparente.
Desde hace años, desde UCARAGÓN, venimos solicitando que se aclaren incongruencias detectadas en los informes de costes, que no concuerdan con el coste efectivo de los servicios que posteriormente publicita el Ayuntamiento de Zaragoza en su página web.
Por ello, exigimos una auditoría de costes independientes que aclare el coste real de los servicios y garantice que las tarifas no superen el valor de la prestación, tal y como establece la legislación vigente.
Además, hay que añadir a esto que las ordenanzas actuales no incluyen ni un solo incentivo ambiental: no se premia el consumo eficiente ni la correcta gestión de residuos.
Por lo tanto, reclamamos una reforma ambiciosa de las ordenanzas fiscales que incluya bonificaciones medioambientales, penalizando el consumo elevado y un mayor peso de la cuota variable para premiar a quienes hacen un uso responsable de los recursos.
Por un transporte público de calidad, accesible y sostenible para Zaragoza.
Desde UCARAGÓN, queremos expresar nuestra profunda preocupación por la situación actual del transporte público en la ciudad. La gestión actual del transporte urbano, especialmente por parte de AVANZA, se caracteriza por una política de personal conflictiva que perjudica gravemente a la ciudadanía. Los conflictos laborales prolongados, las huelgas y la falta de acuerdos estables no solo deterioran el servicio, sino que provocan un perjuicio directo y continuado a miles de personas usuarias.
En este contexto, la nueva concesión del servicio de autobús urbano debe incluir cláusulas estrictas que garanticen la calidad del servicio, la continuidad del mismo en caso de conflictos y mecanismos claros de supervisión y sanción en caso de incumplimientos.
Denunciamos públicamente la pésima calidad del servicio que sufren los usuarios a diario: averías continuas por falta de mantenimiento, vehículos obsoletos, conducción brusca y negligente, reducción injustificada de frecuencia en periodos veraniegos, falta de información pública sobre frecuencias reales y descontrol total en horas punta (algunas líneas incumplen sistemáticamente los horarios y frecuencias mínimas exigibles), deficiente información de las incidencias por obras, horarios nocturnos y festivos insuficientes, etc.
Las marquesinas presentan múltiples deficiencias: un diseño inadecuado desde el punto de vista ergonómico y climático, ruido excesivo, información de frecuencias errónea o inexistente, falta de espacio en paradas múltiples y, ausencia de una prohibición efectiva de fumar dentro de la marquesina, lo que genera incomodidad y riesgos para la salud, además de la coincidencia de algunas con carriles bici.
Reivindicamos la eliminación de la publicidad que ocupa la totalidad de la superficie exterior de autobuses y tranvías. Esta publicidad impide ver a los viajeros la ocupación interior de las unidades y poder tomar decisiones sobre subir o no, o por donde subir en el caso del tranvía. La publicidad debe estar al servicio de tranvía y no el tranvía al servicio de la publicidad.
Reivindicamos que la tarifa de autobús y tranvía debe evolucionar hacia la gratuidad progresiva, como una medida clara de fomento del transporte público y de transición hacia una ciudad más sostenible, justa y respetuosa con el medio ambiente.
Es necesaria una apuesta decidida por el taxi como modelo de movilidad urbana regulada, con una flota más accesible, moderna y conectada, tarifas adaptadas a la realidad actual y con un marco normativo que incorpore la participación de las organizaciones de usuarios en su desarrollo y supervisión.
La ciudad está creciendo, y con ella su área de influencia metropolitana. Por eso, exigimos interconexiones eficaces con los barrios del extrarradio y los polígonos industriales y comerciales, que actualmente carecen de un servicio digno.
Reclamamos la prioridad del transporte público de gran capacidad en el eje estructural de la ciudad: Plaza Europa – Paseo María Agustín – Paseo Pamplona – Plaza Paraíso – Constitución. Este corredor debe convertirse en un espacio prioritario para el transporte público. Y también un nuevo eje trasversal de transporte de gran capacidad en el eje Este-Oeste para continuar con la progresiva conversión del tráfico privado en público.
Pedimos el cumplimiento riguroso de la ordenanza de VMP (vehículos de movilidad personal), para garantizar la seguridad jurídica tanto del usuario como del peatón, así como una planificación clara y una vigilancia incrementada que evite conflictos en el uso del espacio público.
Y la revisión de las estaciones de las bicis de alquiler para detectar situaciones de peligro al invadir la calzada de circulación de vehículos.
También exigimos el fomento de las zonas de estacionamiento regulado para residentes, con tarifas sociales y políticas que prioricen la habitabilidad urbana frente a la saturación del tráfico.
En cuanto a la Zona de Bajas Emisiones, es imprescindible que se implante con control real, medidas eficaces y plena seguridad jurídica, garantizando su eficacia medioambiental sin improvisaciones ni vacíos legales.
Zaragoza necesita un transporte público moderno, sostenible, seguro y accesible para todos.
Desde UCARAGÓN seguiremos trabajando como interlocutor legítimo para exigir soluciones reales, participación activa en las decisiones que afectan a las personas usuarias y una movilidad urbana centrada en el interés general.