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UCARAGÓN, parte de las 32 entidades que han sido invitadas a presentar alegaciones a la Iniciativa Aragonesa para la Sostenibilidad y la Eficiencia del Sistema Nacional de Salud
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La iniciativa, que fue presentada el pasado miércoles día 22 de marzo, establece unos pilares básicos sobre los que debería generarse un debate a nivel nacional sobre el modelo de sistema de salud
Foto: Gobierno de Aragón
La Unión de Consumidores de Aragón participa en la Iniciativa Aragonesa para la Sostenibilidad y la Eficiencia del Sistema Nacional de Salud, presentada el pasado miércoles día 22 de marzo de 2023. Esta iniciativa define los pilares básicos sobre las que debería generarse un debate a nivel nacional sobre el modelo de sistema de salud.
La iniciativa aragonesa, como se ha dado a conocer públicamente, consiste en el planteamiento de cuatro pilares básicos sobre los que debería generarse un debate a nivel nacional, desde diferentes perspectivas, incluidas expresamente las Comunidades Autónomas, para abordar una reforma del Sistema Nacional de Salud que contemplase los retos sociales y sanitarios a medio y largo plazo.
Pilares y participantes
Los cuatro pilares o áreas estratégicas identificadas son las siguientes:
- Un nuevo pacto de financiación autonómica
- La incorporación y decaimiento de las prestaciones del sistema de salud.
- Mejorar la atención a la dependencia en las personas de alta necesidad médica y social.
- Una planificación de profesiones sanitarias y sociosanitarias que atienda a las necesidades de la población.
Esta iniciativa aragonesa se ha elaborado con la participación de estas 32 entidades aragonesas, entre las que se encuentra la Unión de Consumidores de Aragón: El Justicia de Aragón; Cámara de Cuentas de Aragón; CHA; VOX; IU; Universidad San Jorge; Colegio Oficial de Médicos de Teruel; Colegio Oficial de Médicos de Huesca; Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza; Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza; Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón; Colegio Profesional de Terapeutas Ocupacionales de Aragón; Colegio de Podólogos de Aragón; CC.OO; FTPS Aragón (SAE y TCAE); SATSE Sindicato de Enfermería; ASEM Aragón (Asociación Aragonesa de Enfermedades Neuromusculares); ASAPME (Asociación Aragonesa Pro Salud Mental); AECC Aragón (Asociación Española Contra el Cáncer en Aragón); FABZ (Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza); Consejo de Salud Delicias Sur; AAVV Actur Rey Fernando; Federación de Asociaciones de Vecinos de Teruel; Movimiento de Acción Rural de las Cuencas Mineras (Teruel), Centro de Salud Cantavieja; Centro de Salud de Grañén; CADIS Huesca (Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad); Sociedad Científica Nacional de Terapia Ocupacional; Comarca de Ribagorza; CSIF Aragón; ASAFA Huesca (Sensibilidad Química Múltiple).
Alegaciones de la Unión de Consumidores de Aragón
Marco de Debate
El Gobierno de Aragón nos presentó recientemente el documento marco para el debate sobre la sostenibilidad y la eficiencia del sistema nacional de salud.
Saludamos la oportunidad de la propuesta y la necesidad de abordarla con el alcance que se establece en el preámbulo de documento. Sin embargo, discrepamos sobre los ejes a tratar en
el mismo. Los cuatro temas, pilares como los llama el documento, son indudablemente de necesario abordaje, pero dejan fuera del debate elementos que no son tenidos en cuenta y que
entendemos imprescindibles para un diseño de futuro. Por muy incómodos que sean.
Estos temas, pilares, que proponemos añadir al debate son:
- La duplicidad de redes de atención sanitaria sostenidas con fondos públicos.
- La participación social en la gestión del sistema.
La sanidad pública, única red financiada con fondos públicos
En España conviven varias redes sanitarias sostenidas con fondos públicos. Por una parte, la Sanidad Pública de alcance universal y por otra parte los sistemas que podríamos llamar mutualistas y que se circunscriben en términos generales a los empleados públicos. Son modelos incompatibles gestionados de forma diferente y con filosofías totalmente distintas, pero ambos se financian con fondos públicos o asimilados.
No se nos escapa la dificultad de desenmarañar las implicaciones, derechos adquiridos y estructuras financieras que el sistema mutualista conlleva pero, tampoco podemos negar que,
en la dialéctica entre el modelo del Sistema Nacional de Salud y los defensores de modelos alternativos privados, el sistema mutualista es un caballo de Troya injustificable.
Si pretendemos acometer un debate de largo alcance y de consecuencias profundas, no podemos ignorar este elefante en la habitación. El Sistema Nacional de Salud no puede avanzar mientras amplias capas de la sociedad y grandes cantidades de dinero público se destinen a modelos radicalmente diferentes a la filosofía que le da naturaleza propia.
Los modelos de financiación quedan dañados por un colectivo que entra y sale del SNS a su voluntad. Las prestaciones, la dependencia y las políticas de personal están profundamente afectadas por la estructura parasitaria del mutualismo. Abordar cualquiera de ellos sin resolver esta dualidad, es realmente ilusorio.
Afianzar el sistema democratizando sus estructuras
El Sistema Nacional de Salud es un modelo profundamente reacio a la participación de sus beneficiarios. La participación de los beneficiarios de un sistema es una medida que además de responder a la necesidad de democratización es absolutamente necesaria para garantizar el apoyo y la implicación de la sociedad en su buen funcionamiento.
Los múltiples modelos actuales de lo que se llama participación son muy deficientes. Dejando aparte la existencia de un modelo diferente por cada autonomía, es habitual encontrarnos con
la confusión entre participación y derecho a la información. Estar informado es un derecho amplio de cualquier ciudadano y ante cualquier administración. La participación necesita de la
información, pero implica la posibilidad de influir. Es decir, toda participación implica necesariamente estar incluido en la toma de decisiones.
Para que esta participación sea real, los participantes deben ser todos los beneficiarios, sean pacientes o no. Es decir, haber usado, estar usando e ir a usar el sistema, no es necesario para tener derecho a participar en su gestión. Es el derecho a usarlo lo que te da el derecho a participar.
La implicación social en la financiación, los debates sobre prestaciones, la relación con la atención a la dependencia y la planificación de personal, es una estrategia democrática que hará del SNS una estructura de mayor solidez. Los modelos alternativos no pueden competir con él ya que, sus beneficiarios siempre serán clientes, nunca serán o se sentirán parte del modelo.
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